sábado, 21 de mayo de 2016

Lo que Pesa



Pesan las obligaciones y las responsabilidades.
Pesan los miedos sentidos aunque desconocidos.
Pesan los miedos sentidos y conocidos.
Pesa lo que siente y no se comprende.
Pesa no estar cuando quieres estar.
Pesa el estar donde y cuando no se debe estar.
Pesar el estar cuando no se quiere estar.
Pesa el no saber si quieres estar.
Pesa a veces lo que hacemos y queremos hacer.
Pesa lo que hacemos y no queremos.
Pesa lo que deberíamos hacer y no hacemos.
Pesa lo que no hacemos y no sabemos si deberíamos hacer.
Pesa el no saber si la elección es la correcta.
Pesa lo que duele.
Pesa lo que se tiene que aguantar y se elije.
Pesa lo que se aguanta y no se elije.
Pesan los recuerdos.
Pesa el pasado.
Pesa lo que se dejó atrás.
Pesa el no saber si la elección fue la correcta.
Pesan las renuncias.
Pesan las dudas.
Pesa lo que fue.
Pesa lo que no pudo ser.
Pesa el no saber si pudo ser.
Pesan las posibles vidas pasadas.
Pesa el futuro.
Pesan algunas decisiones y las consecuencias aún desconocidas.
Pesa el no saber si la elección será la correcta.
Pesa la posibilidad del arrepentimiento.
Pesa pensar en el momento de hacer balance.
Pesa el poder y haber podido elegir.

martes, 30 de junio de 2015

Demo ¿qué?

De un tiempo a esta parte cada vez pienso con más firmeza que, a nivel global, no hemos avanzado mucho en ciertas cosas desde hace siglos. Y no lo digo para enfatizar, realmente pienso que algunos aspectos andan bastante similares que siglos atrás, en aquellas épocas donde gobernaba la "aristocracia". Pero creo que hay algo muy importante en donde sí hemos avanzado: en tomar conciencia de dónde realmente estamos y la intención real de algunas decisiones.

Durante años much@s nos creímos -en mayor o menor grado- algun@s discursos: el de "vivimos en el mundo libre", "nuestros valores son un referente a imitar", "nuestro sistema económico y social es el mas justo y el que hay que exportar"....porque pensábamos que muchas cosas nos tocaban de lejos. "Vivíamos en el mundo libre y en un sistema justo" al fin y al cabo. De un tiempo a esta parte, las caretas se han ido cayendo, empezamos a vivir en nuestras propias carnes aquello que otr@s vivían y que nos quedaba ajeno. El espejismo no se sostuvo más. Un@s, la mayoría, empezam@s a perder el miedo y otr@s, una minoría, empezaron a tenerlo. Los primer@s porque nos dimos cuenta del fraude: no había que tener miedo a perder porque no había tanto como nos habían hecho creer y sí mucho que todavía conquistar. Y l@s segund@s empezaron a tenerlo porque sí tienen mucho que perder. Y empezaron los discursos en plan revival de los años 50, del tipo "Ha surgido una fuerza política diferente que está fuera de nuestro sistema democrático constitucional". Una amenaza que viene de todo lo que no esté en consonancia con el status quo establecido y que garantice su continuidad: el privilegio de un@s poc@s

L@s grieg@s están viviendo el dolor que vivieron y viven muchos países, aquellos que no pertenecían a nuestro "mundo libre". No se si como consecuencia de las mismas recetas o de otras diferentes que han producido el mismo padecimiento a la población: empobrecimiento y desigualdad, además de no aportar ninguna solución efectiva y sostenible, y que les ha hecho dependientes en mayor o menor medida de los del mundo libre. Sin olvidar, por supuesto, la gestión de los gobiernos. La responsabilidad no es siempre y exclusivamente de "lo que viene de fuera".

El actual gobierno de Grecia, cuna de la democracia por cierto, le ha echado un órdago al poder establecido, "poniendo en peligro el sistema democrático" por varias razones: por el hecho de tener la ideología que tiene, que al parecer es en sí una amenaza a la democracia, y como consecuencia de dejar de bailarle el agua a los mismos. Pero es que encima se le ha ocurrido la nada democrática idea de preguntarle al pueblo que confió en él y le llevo al poder si desean aceptar las consecuencias de las medidas que plantea Bruselas. Lo típico de los regímenes totalitarios. Los guardianes de la democracia se han apresurado a hablar haciendo declaraciones tan reveladoras sobre cómo entienden el mundo, del tipo "el referendun griego no le gusta a nadie", la idea de que no hay otras alternativas, de que no hay vida más allá del Euro, "la gente común esto no lo entienden", etc.

Por otro lado, según la opinión de ciertos señores economistas muy respetables-y no me refiero al Señor D. que tanto bien ha hecho Grecia- y  que algo de Economía si que saben,  no se está ante un escenario en el que una medida difícil de consecuencias difíciles saque a flote la situación y la lleve a un futuro mucho más amable.

Pero al margen de las opiniones y presiones de las partes interesadas y menos interesadas sobre lo que los griegos deben o no votar, sobre lo que deben y no aceptar, lo revelador en mi opinión es la reacción que ha producido el hecho de que un gobierno consulte al pueblo soberano que le eligió si desea aceptar algo que ellos van a tener que vivir, pagar y padecer. Y ello demuestra dos cosas: miedo y  el régimen real en el que nos encontramos, que no es ni mucho menos totalitario y mucho mejor que el de otros lugares, pero desde luego está bastante lejos de lo que es una democracia real. Al menos de la que me contaron en el colegio, esa que se inventaron los griegos.









jueves, 14 de mayo de 2015

Hitting the road 3.0

Hace un año me montaba en un avión rumbo a un país de África a hacer lo más dificil y lo mas gratificante que he hecho hasta el momento. Meses más tarde hacía el mismo trayecto tras haber tomado la decisión más arriesgada -para mi- de los últimos años. Para la mayoría de la gente quizás la más lógica y la esperable. Las condiciones eran idoneas para plantearse retornar. Pensé que quizás era el fin de una etapa, que ya no volvería a sentir esa emoción cuando escuchas el avion al despegar -yendo o regresando-, que ya no volvería a viajar de la misma forma pero que la pena y después la nostalgia forman parte de las pérdidas que, a veces en la vida, suceden. Que quizás era el momento de otras cosas.

Ya antes de volver me puse un plazo "para ver qué tal". Sospechaba que había perdido el hábito de funcionar en el largo plazo y sin un horizonte temporal finito. Tres meses más tarde me reafirme en ese plazo, y me di cuenta que era una "parada técnica". Un año después regreso al mismo continente, que me tiene enganchada, a un país diferente y un paisaje distino, tras haber confirmado que no todo el mundo está hecho para el mismo tipo de vida, que a veces hay que tomar ciertas direcciones para darte cuenta que esa no es la adecuada para una, que hay que cerrar circulos y que teniendo la oportunidad, hay que hacer lo que a una le apasiona.

Fin del marcianismo terrícola ;)

 





domingo, 15 de marzo de 2015

No me llames fotografo de guerra


No me llames fotografo de guerra ofrece un espacio de reflexión y de testimonio sobre el fotoperiodismo, y más específicamente, sobre el fotoperiodismo de guerra de la voz de lxs mejores fotoperiodistas españolxs. Desmonta mitos, acerca la profesion al gran público y bosqueja los entresijos, el "backstage", las luces y sobre todo las sombras de la profesión con respecto a la situación actual de los medios de comunicación. 

Sin embargo No me llames fotografo de guerra no solo habla de fotoperiodismo. También habla del deseo y de la necesidad de moverse, de dar testimonio y de contar la verdad; de intentar "hacer algo" y de las barreras y la indiferencia que aparecen. Habla de ética, de moral, de hipocresía. Habla de la pasión por hacer lo crees y creer en lo que haces. Cuando trabajo, causa y pasión convergen y emprendes ese camino muchas veces sin retorno. Habla del conocimiento de los limites, de la definicion de otros nuevos, de los dilemas éticos, del sentido de lo que se hace, de la superación, del miedo, de jugársela por lo que crees y de los costos: las pérdidas -físicas y emocionales, propias y cercanas- las renuncias, los riesgos, la trasnformación propia, las dudas eternas, el descubrimiento del lado más oscuro del ser humano, de lo que te desgastas, de lo que te dejas y te llevas a cambio.





Gran banda sonora por cierto.



miércoles, 4 de marzo de 2015

Murallas


Sin consideración, sin piedad, sin recato
grandes y altas murallas en torno mío construyeron.
Y ahora estoy aquí y me desespero.
Otra cosa no pienso: mi espíritu devora este destino;
porque afuera muchas cosas tenia yo que hacer.
Ah cuando los muros construían cómo no estuve atento.
Pero nunca escuché ruido ni rumor de constructores.
Imperceptiblemente fuera del mundo me encerraron.


Kaváfis, K. Poemas Canónicos (1895-1915)



 







Do not let

Do not let the day end without having grown a bit, without being happy,
without having risen your dreams.
Do not let overcome by disappointment.
Do not let anyone you remove the right to express yourself,
which is almost a duty.
Do not forsake the yearning to make your life something special.
Be sure to believe that words and poetry it can change the world.
Whatever happens, our essence is intact.
We are beings full of passion. Life is desert and oasis.
We breakdowns, hurts us, teaches us, makes us protagonists of our own history.
Although the wind blow against the powerful work continues:
You can make a stanza. Never stop dreaming, because in a dream, man is free.
Do not fall into the worst mistakes: the silence.
Most live in a dreadful silence. Do not resign escape.
“Issued by my alaridos roofs of this world,” says the poet.
Rate the beauty of the simple things.
You can make beautiful poetry on little things, but we can not row against ourselves.
That transforms life into hell. 
Enjoy the panic that leads you have life ahead. Vivel intensely, without mediocrity.
Think that you are the future and facing the task with pride and without fear.
Learn from those who can teach you. The experiences of those who preceded us in our “dead poets”, help you walk through life.
Today’s society is us “poets alive.” Do not let life pass you live without that.

Walt Whitman



Photo: Sebastião Salgado, The Eastern Part of the Brooks Range in the Arctic National Wildlife Refuge, Alaska. USA. 2009

jueves, 26 de febrero de 2015

Pit Stop

"El pit stop, también conocido como parada en boxes, es un término utilizado en las carreras de motor para hacer referencia al lugar en el que un automóvil que compite en la carrera puede repostar, cambiar los neumaticos, hacer reparaciones o ajustes mecánicos o cambiar el conductor.

Las paradas en el pit stop permiten a los coches llevar menos combustible y utilizar neumáticos de menor duración, lo que a su vez les permite mejorar el rendimiento en carrera. Los equipos normalmente planean un número de paradas determinado para cada carrera, en función de las características del vehículo, capacidad de combustible, consumo, vida útil de los neumáticos y un estudio comparativo entre el tiempo que pierde el vehículo en cada parada y el tiempo que se gana por la mayor eficiencia del vehículo en pista.

Las paradas técnicas tienen una gran importancia en el curso de la carrera, y la mayoría de equipos suele diseñar una estrategia técnica específica para cada circuito. Así, un vehículo puede iniciar la carrera con menos combustible -lo que le hará ser más ligero y más rápido- o escoger neumáticos de diferentes durezas según las condiciones de la pista. Las paradas tienen un gran valor estratégico, en tanto que el tiempo invertido en estas intervenciones de mantenimiento pueden significar una gran diferencia en el orden de carrera (.....). La optimización de esta estrategia de pit, el número de paradas y el momento en que se hacen tienen un valor crucial en el resultado de la carrera". 

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Pit_stop


 Foto: www.authormagazine.com